UN AÑO DE RETROCESO DE LA LIBERTAD Y LOS DERECHOS DE LAS Y LOS TRABAJADORES DE RADIO NACIONAL

Hemos tenido un año muy particular. Como nunca la patronal ha avanzado sobre nuestro salario y nuestros derechos con la indisimulable complicidad de la burocracia sindical. Ha sido el año también del triunfo de las y los trabajadores que luchamos contra la privatización de la radio.

Empezamos este año sufriendo la mayor confiscación salarial de la que tengamos memoria, de un plumazo perdimos 25,5% en diciembre, 20,6% en enero y 13,2% en febrero, sin compensación de ingresos ni acuerdo de precios lo que derrumbó nuestro salario en términos reales.

El derrotero de pérdida salarial no ha cesado, la inflación se ha comido más del 60% de nuestro salario si tomamos como referencia el Índice de Precios al Consumidor (IPC). Sin embargo todas y todos tenemos la sensación de que perdimos más. No es sólo una sensación.

Varios expertos coinciden en que hay que revisar cómo se mide el IPC para asegurarse de que refleje mejor el aumento de los rubros con mayor impacto en el gasto de las familias.

El problema estaría en los “Ponderadores”, que es la porción que se asignan a los diferentes bienes y servicios de la canasta del IPC en la torta de gastos; los que se utilizan hoy están basados en la encuestas de gasto de los hogares de 2004/2005 y ajustados a precios de 2016. Por ejemplo, la canasta energética hoy tiene una porción de esa torta mucho mayor que en los años en que se tomaron los ponderadores por lo que si bien la inflación se calcula correctamente según la metodología vigente, la representación del consumo de las y los trabajadores a través de la canasta utilizada no es real, los medicamentos y los servicios públicos aumentaron el 400 % sus precios y tarifas y eso está subvalorado en el IPC.

El presidente afirmó que durante su gobierno, los salarios reales crecieron por encima de la inflación durante los últimos siete meses y que esto forma parte de una recuperación económica más amplia que su administración está impulsando. A nivel país se muestran indicadores positivos, pero la comparación es con los deprimidos meses del año anterior por lo que el beneficio estadístico no reporta necesariamente un crecimiento real de la economía.

En Radio Nacional tenemos salarios de indigencia.

La burocracia sindical actúa en un frente con la patronal destrozando el salario de los trabajadores primero y ahora aprestándose a liquidar nuestros derechos laborales. Alientan el inmovilismo de las y los trabajadores disfrazándolo de “resistencia”, mientras comparten alegres la “mesa técnica” en la que se aprestan a precarizar aún más el trabajo y a consolidar salarios de miseria.

Feroces para criticar las acciones de las y los luchadores y sembrar la discordia entre compañeros/as, los personeros de la burocracia encubren con ese accionar su disposición a cumplir la paz social tácita que han firmado con la intervención, como lo hicieron antes cuando luchábamos contra la paritaria cero de Lombardi aunque en aquella oportunidad pusieron su rúbrica en el papelito.

Uno podría pensar que no les piden tanto, sin embargo esa idea requiere una consideración.

La burocracia sindical a nivel nacional tiene un papel crucial en el empobrecimiento de las y los trabajadores activos y pasivos. Las Centrales Obreras pactan con el Estado el Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM ) que es una herramienta para proteger a las y los trabajadores de la explotación y asegurar que puedan participar plenamente en la economía sin caer en la pobreza, podría decirse que es la paritaria de base ya que ningún empleador debería pagar menos que lo que ahí se establece. En esa paritaria fijaron al SMVM en $271.571 (doscientos setenta y un mil quinientos setenta y un pesos) para el mes de diciembre, es el mismo valor desde octubre. Según el INDEC, un hogar de cuatro integrantes necesitó $1.001.466,22 (un millón un mil cuatrocientos sesenta y seis pesos con veintidós centavos) para superar el umbral de pobreza en noviembre de 2024.

Más allá del signo político que profesen, todos están comprometidos con que el gobierno actual siga destrozando nuestras condiciones de vida como hasta ahora. Hasta el presidente lo destaca, más de una vez ha dicho públicamente que el tipo de ajuste que está realizando su gobierno es similar al que sólo se efectúa en países en guerra, pero él lo hizo en paz.

Esa “paz” mientras el estado desata la guerra contra trabajadoras y trabajadores activos y pasivos, está siendo amparada por todos y cada uno de los personeros de la burocracia, los importantes y sus acólitos diligentes, es decir que la militancia por el inmovilismo y contra la Asamblea General es el seguidismo a la política de complicidad con el ajuste y la precarización del trabajo que en todos los ámbitos está llevando adelante la burocracia sindical. Cabe destacar también que el presidente celebró la “hazaña” de desarrollar su gestión de gobierno con “un 15 % de diputados y un 10 % de senadores” (de su mismo partido), es decir que de este ajuste participan todos y todas.

Están limitando las vacaciones del personal porque “no hay gente”, sin embargo se siguen propiciando los retiros nada voluntarios de trabajadores/as y los despidos arbitrarios, los que son posibles por la precariedad en la contratación de las y los compañeros, firmada en la “mesa técnica” anterior por los mismos que hoy “resisten” mientras nos entregan.

“No hay gente” tiene un fin que no tiene necesariamente que ver con la cantidad de trabajadores/as sino con el proyecto de radio que tienen. En las radios del país donde sí hay gente – y en todas-, se ha limitado la programación propia. El reemplazo de la programación local y la reducción de los mensajes al poblador por una programación metropolitana porteño centrista está destruyendo el vínculo de las comunidades con su radio, eso habla de que el problema no es que “no hay gente” sino de que hay un plan de deterioro del rol social y federal de la radio de bandera.

Nuestra tarea de defender Radio Nacional y a nosotros mismos no ha terminado. Hoy nos toca seguir organizándonos para construir una gran Asamblea General de trabajadoras y trabajadores que ponga un freno al avance de la patronal y siente las bases de la reconstrucción de nuestra Radio Nacional.Tenemos una herramienta a disposición para organizarnos por nuestros intereses sin delegarlos en quienes sistemáticamente traicionan nuestras expectativas y profundizan nuestro empobrecimiento y con ello la destrucción de nuestra radio.

Fortalezcamos el sindicato de las y los trabajadores que luchamos por la defensa del salario, las condiciones laborales y los derechos de las y los asalariados sin distinción y se declara independiente del Estado y las patronales, reconociendo solo a la asamblea como su autoridad máxima.

En el convencimiento de que tenemos que estar todos juntos en este momento reafirmamos nuestro compromiso con la unidad de todas y todos los trabajadores y nos pronunciamos por una gran Asamblea General como el lugar propicio para tratar estos temas de manera colectiva y democrática, donde todas las voces son escuchadas y se toman decisiones en conjunto.

Vivimos un año donde dimos la gran batalla que sacó del pliego de las privatizables a nuestra radio lo que consumió una gran energía de todas y todos. En este año nuevo brindamos por esa energía de lucha que se reconstruye cuando nos juntamos; por la salud; el trabajo y porque logremos unidad de acción para hacer frente al futuro. Por nosotros y por Radio Nacional que sólo puede ser defendida por quienes la hacemos día a día.

Enviamos un afectuoso saludo a todas y todos los trabajadores de las radios nacionales de todo el país, con nuestros mejores deseos de un feliz 2025 para nuestras familias.