PARITARIA 2017
El bochornoso acuerdo que firmó la burocracia de UPCN, de 20% en tres cuotas, es una amenaza directa para los trabajadores de Radio Nacional, ya que la patronal pretenderá, una vez más, usarlo como techo para nuestra paritaria. Se trata de un acuerdo ruinoso no solo porque consagra una rebaja salarial para los estatales (la cláusula de actualización por inflación es un engaño porque hoy mismo se sabe que los precios superarán la pauta del 20%) sino también porque introduce cláusulas, como la del presentimos, por las cuales un trabajador ve mermado ese ítem sólo por haberse enfermado o, en el caso de una madre, tener que cuidar a su hijo/a.
Lo que se presenta como premio es, en realidad, un golpe a conquistas como las licencias por días de enfermedad y un refuerzo de la opresión de la mujer trabajadora. De paso cañazo, legaliza el descuento de los días de huelga, para atacar la organización gremial.
Mientras tanto en el Estado es, desde hace años, tarea de paleontólogos encontrar en sus puestos de trabajo a los altos directivos que cada gobierno trae para dirigir organismos y reparticiones.
El oficialista de todos los gobiernos, Andrés Rodríguez, consintió también la introducción de la productividad, que en Radio Nacional conocimos muy bien hasta principios del 2000: representaba hasta el 40% del salario sin arreglo a ningún parámetro objetivo mensurable, establecida sólo a los efectos de “maquillar” un salario que era miserable. Entre otras consecuencias, cuando una compañera tomaba licencia por embarazo, no la cobraba y no servía para la jubilación, ya que era en negro.
La eliminación de ese ítem y el traspaso de ese monto al salario junto a la suba de un básico irrisorio estuvo entre las primeras conquistas obtenidas por la naciente organización de base de los trabajadores de Nacional, en abierto choque contra burocracias como la de AJEPROC y AATRAC, que la habían dejado pasar durante años. Que no vuelva a pasar es una obligación de todos.
Los trabajadores de Radio Nacional necesitamos imponer otra agenda. Primero, la de la apertura urgente de las paritarias para resolver el atraso de nuestro salario. El año pasado solamente ya perdimos casi 10% de nuestro ingreso real contra la inflación. También para que la empresa cumpla con el compromiso de regularizar la situación de los compañeros precarizados que, contratados fraudulentamente bajo diferentes formas (eventuales, suplentes,”artísticos”, etc) se encuentran en una situación muy compleja teniendo en cuenta la ola de despidos en todas las ramas de la economía.
Esto se vuelve más acuciante cuando de parte del Gobierno se ve una posición de ataque a los trabajadores estatales. La búsqueda de la famosa y mentada “ eficiencia y modernización del estado” no es más que una artimaña para liquidar conquistas laborales como parte de un golpe generalizado al conjunto de la clase trabajadora. Casi un sketch cómico si tomamos en cuenta que los indicadores de la eficiencia PRO dieron como resultado caída de la economía, del consumo, alta inflación, mayor endeudamiento, suba de la pobreza y de la inseguridad.
La cuestión del pase a planta de los compañeros contratados requiere la mayor de nuestras energías para solucionarlo durante la paritaria. Está sobradamente probado que las “comisiones” que los gremios postales arman con la empresa terminan siempre igual: en nada.
Para avanzar hay que derogar ya mismo los convenios truchos de “suplencias” firmados por ATRACC Y SAL y tratar en la negociación paritaria la incorporación a planta de todos los trabajadores. Solo un compromiso firmado en esta instancia será la llave para obligar a la empresa a cumplir con el compromiso que asumió frente a todas las representaciones sindicales.
Para lograr estos objetivos y elevar una propuesta salarial que no puede ser inferior al 35% tenemos que reventar las asambleas de trabajadores y disponernos a defender lo nuestro.